jueves, 5 de marzo de 2015

Reflexión sobre el método Estivill.

El método Estivill consiste en "enseñar" a dormir a los niños, fijando horarios y adoptando una actitud firme y segura, sin acudir al llanto ni al reclamo del niño, dedicando sólo unos pocos minutos marcados al día para la afectividad, e incluso aportando el consejo de medicar a los pequeños con melatonina, para según el señor Estivill "un mejor y mayor descanso".

Bajo mi punto de vista no entiendo de dónde salen todas estas pautas horribles para llegar a convencer a todos esos padres desesperados que acuden a este método, a hacer algo que va totalmente en contra de sus instintos.

Y sí, el método puede llegar a funcionar, los padres lograrán dormir toda la noche, pero... ¿Y los niños?
Está más que claro que no se enseña a dormir, sólo se enseña a no reclamar atención.

¿Por qué yo no emplearía el método Estivill?

1. Los/as niños/as tienen despertares nocturnos y pocos o pocas veces duermen durante toda la noche. Esto ocurre de manera normal y natural ya que aún no sienten la percepción del día y la noche y por supuesto no tienen el desgaste físico y mental que tenemos los adultos a lo largo de la jornada.

2. Los/as pequeños necesitan sentirse protegidos y por ello, reclaman la atención de los padres, sea la hora que sea, no por ello los padres deben sentirse manipulados al acudir a consolarles.

3. Si llora y nadie acude a su llamada, el/la niño/a comprenderá o simplemente por agotamiento, dejará de hacerlo y se sentirá solo y abandonado.

4. Un/a niño/a que siente miedo y llora sin ser atendido segrega adrenalina, activando un estado de alerta, provocando depresión, ansiedad y estrés innecesario. 

5. Los/as niños/as se merecen el mismo respeto que los adultos. Y tú, ¿le negarías atención a alguien que está sufriendo?


Pienso que existen muchísimas estrategias, métodos o como queráis llamarlo, para que un/a niño/a duerma por la noche y el método Estivill precisamente no es una de ellas. Si los pequeños lloran y os reclaman es porque algo les ocurre (sed, hambre, miedos, cambio de pañal, necesitan contacto o afecto...) Lo menos que podemos hacer los adultos es comportarnos como tal y acudir a ellos, ofreciéndoles lo que necesitan en cada momento.



                               ·MaffieDreams·